viernes, 21 de noviembre de 2008

Cofrade en el siglo XXI




Cofrade en el siglo XXI


Los cofrades en sus comienzos tenían entre otras la misión de “representar el Evangelio en la calle”. La pretensión consistía en definitiva en dar a conocer al pueblo los misterios del Evangelio, a través de la organización de procesiones penitenciales, durante la Semana Santa. Los pasos de los tronos realizaban una función catequizadora y a la vez intentaban dar formación religiosa, teniendo en cuenta por lo general el bajo nivel cultural existente en la sociedad de aquellos tiempos. Se trataba de realizar la labor de evangelizar a aquellos que no conocían la vida de Cristo. “Nadie enciende la lámpara y la pone en un rincón, ni bajo un celemín, sino sobre un candelabro, para que todos tengan luz” (Lc 11,33).

La sociedad actual nos presenta un mundo secularizado, que conoce de la existencia de Dios, pero mantienen su forma de vida lejos de la palabra de Jesús, apartados de su mensaje y de su obra. Es por ello que a los cofrades del siglo XXI no nos queda otra solución que la de pregonar el mensaje de Cristo. Tenemos que convertirnos en jornaleros de la palabra del Hijo de Dios y correr hacia la calle a intentar poner luz en la oscuridad, a portar la llama de nuestra vela de manera simbólica al igual que portamos nuestros hachones o cirios en los desfiles penitenciales.

Apliquémonos la regla, en primer lugar, a nosotros mismos, ya que debemos y tenemos que ser los primeros que demos ejemplo a los miembros de la sociedad de cómo ha de vivir un cristiano comprometido. No nos acobardemos ante las opiniones adversas, encontrémonos prestos para salir a las calles llevando la palabra de Jesús Nazareno, de delatarnos como seguidores de Cristo en nuestro ámbito familiar, laboral y social.

Sigamos, como no, sacando los templos, los altares, el Evangelio representado en inocografía para que las gentes al paso de las Sagradas Imágenes vean en Ellas el rostro del Mesías, el Dolor, la Soledad y la Esperanza de su Santísima Madre y finalmente ese descubrimiento de “al tercer día resucitó”: “ En este día de tu triunfo sobre la muerte, que la humanidad encuentre en ti, Señor, la valentía de oponerse de manera solidaria a tantos males que nos afligen” (S.S. Juan Pablo II, 2004).

Domingo Sánchez Vallejo
Pregonero de la Semana Santa Bastetana 2005
Pregonero del Costalero y Horquillero
De la Cofradía del Stmo. Cristo de la Misericordia, María Stma. de la Soledad
y Cristo Resucitado 2008